«Más meditación y menos medicación»

«La salud comienza por tu forma de pensar» Piénsalo.
Es una frase que comparto en mi libro «Yoga para todos»

En tiempos de crisis y transformaciones muchas personas han comenzado a sentirse agobiadas y angustiadas debido al vaivén emocional que nos genera estar sumergidos en medio de la rutina, el encierro por largos periodos de cuarentena y el estrés a tal punto que en ocasiones la tormenta de emociones nos hace perder la paz en un instante.

Recuerda que si no tenemos la capacidad de «controlar» las emociones,
nuestras emociones controlarán nuestras vidas y nos llevarán al filo del caos y el abismo.
Las crisis están allí para obligarnos a dar lo mejor de nosotros mismos. Sin embargo en ocasiones muchas personas se han visto presionadas a buscar ayuda profesional con el único fin de buscar ayuda para aprender a gestionar sus emociones para así evitar caer en en el temido carrusel del vaivén emocional que puede llevar a una persona a una profunda depresión, ansiedad, fatiga, crisis de pánico o lo que es peor y en algunos casos todas las anteriores.
La medicina tradicional suele asistir al paciente con antidepresivos o ansiolíticos dependiendo del caso del paciente. Sin embargo, con la llegada de éste maravilloso despertar espiritual, la medicina ha ido abriendo sus puertas para trabajar de la mano con terapias alternativas en pro de la sanación del paciente. Ya que se ha comprobado científicamente el impacto que tiene el efecto placebo en los pacientes y el poder que ejerce en su sanación y de cómo el poder de la meditación y la práctica del yoga pueden ayudar al paciente no sólo a manejar sus emociones sino también a entender la causa de su enfermedad y el sufrimiento, es allí cuando comienza a liberarse de cargas emocionales tóxicas, apegos, adicciones o dependencias ayudando realmente al paciente en su proceso de sanación en cuerpo, mente y espíritu.
Los ansiolíticos y los antidepresivos no eliminan la raíz del sufrimiento o el dolor de las heridas no sanadas del pasado. Simplemente es como un analgésico temporal o en algunos casos extremos es (atemporal) como una forma de anestesiar el dolor de la herida sin sanarla.
Sin embargo, basado un mi experiencia personal y según lo vivido con algunos alumnos y pacientes y de acuerdo a aportes de grandes Drs exponentes de la medicina ayúrveda y terapias alternativas como Chopra, el paciente emprende su proceso de sanación cuando comienza a «darse cuenta» de dónde emerge la raíz de su sufrimiento. Recordemos que lo que llamamos «enfermedad» no es más que un desbalance que comienza a tener su origen en las capas más superficiales y sutiles de nuestro campo magnético o aura. Y si no se trata ese desbalance energético a tiempo poco a poco va a ir afianzándose y contaminando al cuerpo hasta llegar a enfermarlo y lamentablemente en ocasiones el daño llega a ser irreversible.

El impacto que las emociones tienen sobre la salud es evidente y los estudios y estadísticas lo confirman. Por ende hoy en día es prioridad unirnos todos, sanadores,
terapeutas y médicos en pro de sanar a nuestros pacientes en cuerpo, mente y espíritu.
Si nosotros nos centramos en aprender a balancear nuestras emociones, afrontar nuestros miedos, perdonar y liberarnos de apegos y dependencias emocionales y tóxicas tendremos la valiosa oportunidad de tener una sociedad más sana, saludable y consciente.
Los medicamentos ayudan y son necesarios para casos que realmente lo ameritan ( ésto sólo será determinado por un profesional en el área) sin embargo, realmente me inclino por recomendar más meditación y menos medicación en pro de la salud física, mental y emocional del paciente.
Incluir la práctica de la meditación aún si estás tomando pequeñas dosis de ansiolíticos o antidepresivos o si se está lidiando con una condición de bipolaridad, borderline, secuelas de abusos o traumas, cualquiera sea el caso, recuerda que la meditación es la llave que abre la puerta a tu sanación.
«La salud comienza por tu forma de pensar» Piénsalo.